
La producción chiclera de los años 20’s
impulsó a la aviación en Quintana Roo
El Aeropuerto de Chetumal fue incorporado a la Red ASA en 1974 y aún forma parte de los 28 que no fueron desincorporados. Sus instalaciones tienen una superficie de 230 hectáreas, y su plataforma para la aviación comercial es de poco más de 13 mil metros cuadrados.
Por Julián Puente Sánchez
CHETUMAL, Q. ROO. Remontarse a la historia de la aviación en esta ciudad, desde cuando en Payo Obispo se improvisó un aeropuerto, es algo difícil, sin embargo algunos datos registran que a mediados de los años veinte se inició este servicio con naves anfibias de la Panamericana Airways procedentes del estado americano de Nueva Orleáns que aterrizaban cerca del viejo muelle construido por el fundador de esta ciudad don Othón P. Blanco.
John Hegarty era el representante de esa compañía -cuyas oficinas estaban ubicadas en una casa de madera en la esquina de la calle 22 de enero- que incursionó en la actividad aérea por la producción chiclera; con pequeños aviones, de apenas dos plazas, realizaban viajes entre Mérida y Payo Obispo.
Payo Obispo fue una pequeña localidad dedicada fundamentalmente a la vigilancia de la frontera, cuyas actividades económicas se concentraban en la explotación de recursos de la selva como el chicle o el palo de tinte: la comunicación con el interior era únicamente por vía marítima, hacía el puerto de Vigía Chico, donde un ferrocarril enlazaba con la capital del territorio: Santa Cruz de Bravo, o más al norte, Cozumel o Progreso.
Las casas eran de madera, de estilo inglés caribeño, como en Belice o Jamaica, construidas sobre el nivel del suelo y pintadas de colores brillantes y con celosías de madera en las ventanas; el agua potable era colectada de la lluvia mediante aljibes, de los cuales cada casa solía tener uno, aunque posteriormente fue construido un gran aljibe público.
Desde su construcción, hace 33 años, el Aeropuerto Internacional de Chetumal no sufría remodelaciones en el edificio terminal.
Las condiciones del inmueble inhibían el desarrollo del sur de Quintana Roo, pues apenas se da abasto para atender sus dos vuelos diarios, la remodelación y ampliación se repetía como eterna promesa, lo único que crecía era el escepticismo.
En 1929, la compañía militar que había quedado destacada en esta población inició los trabajos del campo de aterrizaje “Morelos” y posteriormente las fuerzas militares del 36 Batallón, que tenían bajo su responsabilidad la guarnición de la plaza, concluyeron la construcción de esta pista aérea en la parte oriente de la ciudad donde actualmente se encuentra el COJUDEQ, antes el estadio “Ignacio Zaragoza”; tiempo después el CREA, hasta transformarse tal como se encuentra ahora.
En la década de los veinte empieza a tener auge esta terminal y muy a pesar de la lejanía comenzaron a transitar aviones de otras compañías como la de “Transportes aéreos de Payo Obispo” y “Aeronaves de México, S. A.”.
Aproximadamente, en la década de los treinta empezaron a operar las líneas nacionales entre las ciudades de Mérida y Cozumel, dándole actividad al campo “Morelos” que fue el primer espacio donde bajaban aquellos pequeños transportes del aire.
Algunos apuntes señalan que en los años treinta llegó a Payo Obispo -y aterrizó en el campo “Morelos”- el anfibio “Mayab” que trajo de paseo a unos políticos de la ciudad de Mérida y para 1936 “Aeronaves de México, S.A.” puso al servicio aviones monomotores utilizando el aeropuerto o campo aéreo como se le denominaba.
En diciembre de 1940 tomó posesión como gobernador el general Gabriel R. Guevara Orihuela, quien construyó y luego prolongó el muelle fiscal de Chetumal, además de que erigió el Monumento a la Bandera en el malecón; y promovió los aeropuertos de Chetumal y Cozumel, que serían muy útiles en ocasión de la Segunda Guerra Mundial.
El Aeropuerto de Chetumal fue incorporado a la Red ASA en 1974 y aún forma parte de los 28 que no fueron desincorporados en todo el país. Sus instalaciones tienen una superficie de 230 hectáreas, aproximadamente, y su plataforma para la aviación comercial es de poco más de 13 mil metros cuadrados. El edificio terminal comercial tiene una superficie de 1,200 metros cuadrados
Conflicto territorial
El territorio donde se ubica la terminal aérea y las zonas aledañas ha estado en disputa desde la construcción del aeropuerto, en 1974. Los integrantes del Ejido Chetumal exigen el pago de una indemnización que asciende a varios millones de pesos, o de lo contrario que el gobierno federal expropie las tierras.
En el mismo año, el Gobierno del Estado logró un acuerdo clave con el ejido respecto a las 89 hectáreas que ocupan las colonias aledañas al aeropuerto. Sin embargo, quedaron pendientes las negociaciones con instancias federales correspondientes a los terrenos que ocupa la terminal aérea.
El acuerdo con la administración estatal fue firmado finalmente el siete de agosto de 2006, ante el Tribunal Unitario Agrario con sede en Chetumal, entre integrantes del Ejido Chetumal y el gobernador Félix González Canto, en el acuerdo, los 111 ejidatarios cedieron al gobierno estatal todos los derechos de uso y ampliación del Aeropuerto Internacional de Chetumal y asumieron el compromiso de no interferir en las actividades y ampliación de la Terminal aérea de Chetumal.
Comunicación con Centroamérica
En su momento hubo algunos intentos por traer aerolíneas relativamente pequeñas a esta ciudad provenientes de estados como Veracruz, Tabasco, Oaxaca entre otros estados más, pero el esfuerzo fue en vano ya que la zona sur por no estar dentro los atractivos turísticos del estado fue difícil llegar a un arreglo.
Actualmente el sur del estado tiene un aeropuerto internacional y 4 aeropistas, que están localizadas en diversos centros de interés turístico: Kohunlich, Xcalak, Mahahual y Pultikú.
Hace algunos años, durante la gestión de Joaquín Hendriks Díaz, se impulsó la idea de que la modernización del Aeropuerto Internacional de Chetumal ayudaría al desarrollo integral de la entidad, pues permitiría una mayor vinculación con Belice, Guatemala y Centroamérica, y convertiría a la ciudad capital en el centro estratégico: el corazón del Mundo Maya.
Desafortunadamente, el conflicto legal que existe con ejidatarios ha propiciado que dicha modernización no se concrete.
En el 2006, el tráfico de pasajeros de la Red ASA en todo el país fue de más de 27 millones. En Chetumal sólo se recibieron 93mil 533, pues solamente cuenta con la capacidad de atender a 110 pasajeros por hora, muy por debajo del Aeropuerto Internacional de Cancún, el cual recibe a más de 16 millones de pasajeros al año, Respecto del total de operaciones, a nivel nacional, ASA realizó 573,400. Chetumal solamente registró 6 mil 274.En la actualidad, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, (ASA) invierte en el aeropuerto internacional de Chetumal 6 millones 800 mil pesos para la construcción de la barda, conformación de áreas de seguridad en extremo de pista, reubicación del cono de viento y obras complementarias, la rehabilitación de la red eléctrica desde la subestación principal al edificio del aula virtual, suministro e instalación de luces de protección de pista y sistemas complementarios.
El Aeropuerto de Chetumal fue incorporado a la Red ASA en 1974 y aún forma parte de los 28 que no fueron desincorporados. Sus instalaciones tienen una superficie de 230 hectáreas, y su plataforma para la aviación comercial es de poco más de 13 mil metros cuadrados.
Por Julián Puente Sánchez
CHETUMAL, Q. ROO. Remontarse a la historia de la aviación en esta ciudad, desde cuando en Payo Obispo se improvisó un aeropuerto, es algo difícil, sin embargo algunos datos registran que a mediados de los años veinte se inició este servicio con naves anfibias de la Panamericana Airways procedentes del estado americano de Nueva Orleáns que aterrizaban cerca del viejo muelle construido por el fundador de esta ciudad don Othón P. Blanco.
John Hegarty era el representante de esa compañía -cuyas oficinas estaban ubicadas en una casa de madera en la esquina de la calle 22 de enero- que incursionó en la actividad aérea por la producción chiclera; con pequeños aviones, de apenas dos plazas, realizaban viajes entre Mérida y Payo Obispo.
Payo Obispo fue una pequeña localidad dedicada fundamentalmente a la vigilancia de la frontera, cuyas actividades económicas se concentraban en la explotación de recursos de la selva como el chicle o el palo de tinte: la comunicación con el interior era únicamente por vía marítima, hacía el puerto de Vigía Chico, donde un ferrocarril enlazaba con la capital del territorio: Santa Cruz de Bravo, o más al norte, Cozumel o Progreso.
Las casas eran de madera, de estilo inglés caribeño, como en Belice o Jamaica, construidas sobre el nivel del suelo y pintadas de colores brillantes y con celosías de madera en las ventanas; el agua potable era colectada de la lluvia mediante aljibes, de los cuales cada casa solía tener uno, aunque posteriormente fue construido un gran aljibe público.
Desde su construcción, hace 33 años, el Aeropuerto Internacional de Chetumal no sufría remodelaciones en el edificio terminal.
Las condiciones del inmueble inhibían el desarrollo del sur de Quintana Roo, pues apenas se da abasto para atender sus dos vuelos diarios, la remodelación y ampliación se repetía como eterna promesa, lo único que crecía era el escepticismo.

En 1929, la compañía militar que había quedado destacada en esta población inició los trabajos del campo de aterrizaje “Morelos” y posteriormente las fuerzas militares del 36 Batallón, que tenían bajo su responsabilidad la guarnición de la plaza, concluyeron la construcción de esta pista aérea en la parte oriente de la ciudad donde actualmente se encuentra el COJUDEQ, antes el estadio “Ignacio Zaragoza”; tiempo después el CREA, hasta transformarse tal como se encuentra ahora.
En la década de los veinte empieza a tener auge esta terminal y muy a pesar de la lejanía comenzaron a transitar aviones de otras compañías como la de “Transportes aéreos de Payo Obispo” y “Aeronaves de México, S. A.”.
Aproximadamente, en la década de los treinta empezaron a operar las líneas nacionales entre las ciudades de Mérida y Cozumel, dándole actividad al campo “Morelos” que fue el primer espacio donde bajaban aquellos pequeños transportes del aire.
Algunos apuntes señalan que en los años treinta llegó a Payo Obispo -y aterrizó en el campo “Morelos”- el anfibio “Mayab” que trajo de paseo a unos políticos de la ciudad de Mérida y para 1936 “Aeronaves de México, S.A.” puso al servicio aviones monomotores utilizando el aeropuerto o campo aéreo como se le denominaba.
En diciembre de 1940 tomó posesión como gobernador el general Gabriel R. Guevara Orihuela, quien construyó y luego prolongó el muelle fiscal de Chetumal, además de que erigió el Monumento a la Bandera en el malecón; y promovió los aeropuertos de Chetumal y Cozumel, que serían muy útiles en ocasión de la Segunda Guerra Mundial.
El Aeropuerto de Chetumal fue incorporado a la Red ASA en 1974 y aún forma parte de los 28 que no fueron desincorporados en todo el país. Sus instalaciones tienen una superficie de 230 hectáreas, aproximadamente, y su plataforma para la aviación comercial es de poco más de 13 mil metros cuadrados. El edificio terminal comercial tiene una superficie de 1,200 metros cuadrados
Conflicto territorial
El territorio donde se ubica la terminal aérea y las zonas aledañas ha estado en disputa desde la construcción del aeropuerto, en 1974. Los integrantes del Ejido Chetumal exigen el pago de una indemnización que asciende a varios millones de pesos, o de lo contrario que el gobierno federal expropie las tierras.
En el mismo año, el Gobierno del Estado logró un acuerdo clave con el ejido respecto a las 89 hectáreas que ocupan las colonias aledañas al aeropuerto. Sin embargo, quedaron pendientes las negociaciones con instancias federales correspondientes a los terrenos que ocupa la terminal aérea.
El acuerdo con la administración estatal fue firmado finalmente el siete de agosto de 2006, ante el Tribunal Unitario Agrario con sede en Chetumal, entre integrantes del Ejido Chetumal y el gobernador Félix González Canto, en el acuerdo, los 111 ejidatarios cedieron al gobierno estatal todos los derechos de uso y ampliación del Aeropuerto Internacional de Chetumal y asumieron el compromiso de no interferir en las actividades y ampliación de la Terminal aérea de Chetumal.
Comunicación con Centroamérica
En su momento hubo algunos intentos por traer aerolíneas relativamente pequeñas a esta ciudad provenientes de estados como Veracruz, Tabasco, Oaxaca entre otros estados más, pero el esfuerzo fue en vano ya que la zona sur por no estar dentro los atractivos turísticos del estado fue difícil llegar a un arreglo.
Actualmente el sur del estado tiene un aeropuerto internacional y 4 aeropistas, que están localizadas en diversos centros de interés turístico: Kohunlich, Xcalak, Mahahual y Pultikú.
Hace algunos años, durante la gestión de Joaquín Hendriks Díaz, se impulsó la idea de que la modernización del Aeropuerto Internacional de Chetumal ayudaría al desarrollo integral de la entidad, pues permitiría una mayor vinculación con Belice, Guatemala y Centroamérica, y convertiría a la ciudad capital en el centro estratégico: el corazón del Mundo Maya.
Desafortunadamente, el conflicto legal que existe con ejidatarios ha propiciado que dicha modernización no se concrete.
En el 2006, el tráfico de pasajeros de la Red ASA en todo el país fue de más de 27 millones. En Chetumal sólo se recibieron 93mil 533, pues solamente cuenta con la capacidad de atender a 110 pasajeros por hora, muy por debajo del Aeropuerto Internacional de Cancún, el cual recibe a más de 16 millones de pasajeros al año, Respecto del total de operaciones, a nivel nacional, ASA realizó 573,400. Chetumal solamente registró 6 mil 274.En la actualidad, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, (ASA) invierte en el aeropuerto internacional de Chetumal 6 millones 800 mil pesos para la construcción de la barda, conformación de áreas de seguridad en extremo de pista, reubicación del cono de viento y obras complementarias, la rehabilitación de la red eléctrica desde la subestación principal al edificio del aula virtual, suministro e instalación de luces de protección de pista y sistemas complementarios.